lunes, 15 de julio de 2013

Keep holding on

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, mi cuerpo temblaba como la primera vez, una sonrisa cálida, y una cara desafiante me miraban como si supieran que el épico final iba a concretarse. Las manos ásperas tocan la canela y siento como mil espinas me atraviézan, un deseo, un recuerdo tan viejo como el correr de los años, una chispa de luz, en algo que estaba tan oculto y tan latente...
Me encamino al arcoíris que parece tener un sin fin de colores, miro hacia abajo y vértigo me da. Me refugiaste tanto que ninguno sintió caerse, y podíamos ver desde arriba todo lo que sucedía.
Las flores son extrañas y algunas incluso florecen en invierno, cuando el frío es demasiado como para quedarse quieto.
Un paso en falso que amagamos tantas veces, se transforma en escalón, de algo que no se ve muy bien el fin.
Pero no importa, porque nos sentimos acompañados. Esa flor que tantas espinas tenia, ahora es frágil como el papel, y maleable como el agua, tangible como un león. Delicada flor, hoy me haz hecho sonreír y pensar que las cosas que parecen imposibles, nunca son imposibles si se desean con tanta fuerza.
Jamas estuve tan feliz de caminar al lado tuyo en esta vida.